Columna por lucía martínez bernal
"Lo único interesante que esa señora exhibió fue su escote"dijo Manuel Fraga
sobre la portavoz socialista Clementina Pérez. "Si Hillary no puede satisfacer a su esposo, ¿cómo pretende satisfacer a Estados Unidos?" dijo Donad Trump sobre su contrincante en las elecciones. "Ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear" dijo Pablo Motos. Pero, créanme señores, nuestros escotes, no nos definen y tampoco si sabemos perrear. Más no hay que decir que no es nuestra obligación satisfacer a nuestros maridos. Hace unas décadas, las mujeres solo teníamos derecho a trabajar en ciertos trabajos, a una pobre educación y a que nos tacharan de marimachos, si no éramos femeninas, o de soñadoras, por querer ser abogada o ingeniera. ¿Cómo hubieran mejorado los derechos de educación de las niñas si Malala habría dejado de luchar? ¿Qué hubiera pasado si Marie Curie no hubiera descubierto el polonio? O ¿Si Valentina Tereshkova no hubiera demostrado que podemos ser astronautas? El mundo nos necesita y si paramos, se para el mundo. Así que hombres que siguen con la idea de que solo somos un trozo de carne, que somos cabezas huecas y máquinas de limpiar, aprendan a respetarnos. Lucía Martínez Bernal |
SEXTING
La nueva moda entre adolescente que consiste en fotografiarse o grabarse desnudos o semi desnudos con sus móviles y enviar mensajes con estas imágenes o vídeos. Esta nueva afición recibe el nombre de sexting, que es el envío ,desde el móvil, de fotografías o videos con contenido sexual, hechos o grabados la persona que los envía. Después de conseguir estas fotos o vídeos los jóvenes reenvían estos mensajes a sus amigos y conocidos a través de sus móviles. El problema viene cuando estos mensajes traspasan estos límites y el juego se convierte en humillación. No son conscientes de las implicaciones que esto tiene sobre su seguridad. No ven el riesgo de exponer todos sus datos personales e íntimos en las redes sociales, y por eso los difunden.
Se ponen ellos solos en una situación de vulnerabilidad, porque los contenidos de sexting pueden llegar a ser conocidos de manera masiva y llegar a tenerlos en sus móviles muchísimas personas. En el entorno del sexting, la humillación pública puede llegar a ser ciberbullying y por supuesto bullying, en el caso de que los compañeros del chico o chica usen estas imágenes o videos para burlarse o ridiculizarlo. Andrés Velázquez, muestra en su artículo “Sexting” algunos porcentajes de esta nueva moda al alza entre los jóvenes, como por ejemplo: * El 48% de los adolescentes reciben en sus teléfonos móviles fotos o videos con este tipo de contenido . * El 51% de las jóvenes adolescentes atribuye a la presión de un chico como la razón principal para producir y enviar este tipo de contenido. Sólo el 18% de los chicos piensa esto. * El 52% de las chicas envían sexting a modo de regalo especial a su novio. Si eres padre y estás preocupado de que tu hijo pueda enviar fotos o vídeos deberías empezar por hablar con ellos del tema con naturalidad, avísales de que las redes sociales no son un lugar seguro, pues cualquiera puede entrar a tu perfil y conocerte más que uno de tus amigos cercanos. Explícales que puede ser un delito reenviar vídeos de otras personas. Y que no se expongan a esa situación de vulnerabilidad innecesariamente, deben respetarse más a ellos mismos y a los demás. Blanca Calpena Sánchez |